martes, 28 de octubre de 2008

Las lecciones que nos dejó un parajito

A veces nos pasan cosas que parecen sacadas de las poesías que se aprenden en primaria, lo difícil es entederlas como lo hacíamos a los siete o diez años.
Hace años, no muchos para la vida de un ser humano, pero si para la vida de un perico, le regalamos a mi papá una parejita de periquitos de color azul.
Mis hermanas y yo pensamos que era un lindo regalo, ahora que lo conversamos no sabemos bien cuál fue la razón de hacerlo (mi papá nunca había dicho que le gustaran).
Estos dos pajaritos vivían en una jaula pequeña, el poco espacio en el encierro, los maltratos de la pajarita y la poca atención hicieron que el machito muriera a los pocos años.
La pajarita se quedó sola y desterrada en la lavandería por asesina de esposos, era como una viuda negra de patitas amarillas. Ninguno de la familia le prestaba atención. Pero un día mi hermana R se percató de su presencia. Desde ese momento se metió en la causa pajarezca y decidió darle una mejor "calidad de vida".
Compró una jaula más grande y todas las mañanas sacaba la jaula al jardín. Por esas casualidades de la vida, conoció a alguien que tenía un pajarito macho que le metía golpe a los pajaritos de su jaula y quería regalarlo, así que con los antecedentes de la que teníamos en casa parecía la pareja pefecta.
Así en diciembre del año pasado, llegó el nuevo machetito para la pajarraquita. Lo metieron en la jaula y empezaron una vida juntos. Parecía tener un vida más feliz, andaban cantando y de piquito en piquito.
Todo parecía ir bien, pero a mi hermana R no le gustaba que estén en una jaula y queria liberarlos, sin embargo los nervios de que no pudieran vivir solos la frenaban.
Y aquí viene la parte de poesía primariosa, el sábado pasado el nuevo machito se escapó, se fue, voló, se liberó, se marchó! aprovechó un descuido y zas abrió sus alitas azules y se mando mudar por los cielos molineros.
El pajarito se volvió libre, dejó a la pajarraquita (que hoy de nuevo está sola y triste) que al parecer lo maltrataba, abandonó lo conocido y seguro y se fue a quién sabe dónde, quién sabe cómo. No sabemos qué estará haciendo ahora o si se ha hecho amigos en su aventura de libertad, pero como dijo mi hermana R, nos dió una lección y con esa cabecita tan pequeña hizo lo que muchos no podemos hacer: se liberó!


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